Desde los antiguos mesopotámicos hasta las tabernas medievales europeas, la cerveza ha sido una bebida apreciada y celebrada. Sin embargo, en los últimos años, el mundo cervecero ha experimentado una especie de renacimiento global, transformando nuestra comprensión y apreciación de esta milenaria bebida. En México, tradicionalmente conocemos y amamos nuestra "cerveza", pero el término "beer" ha comenzado a resonar fuerte. ¿Por qué? Gracias a la influencia internacional.
El viaje de la cerveza no es unidireccional; al igual que nuestras raíces aztecas tenían pulque, Europa se deleitaba con múltiples variantes de “beer”. Con la globalización, los intercambios culturales se intensificaron. Los mexicanos viajamos y descubrimos las IPAs de Estados Unidos, las Stouts irlandesas y las Belgas Tripel. Al regresar, trajimos con nosotros no solo el sabor de esas cervezas, sino también el deseo de crearlas en casa.
Las microcervecerías mexicanas comenzaron a surgir, experimentando con estilos y sabores de diferentes países. Lo interesante es que, a pesar de inspirarse en recetas internacionales, estas cervecerías han infundido un toque local en cada "beer". Ya sea incorporando ingredientes autóctonos como el maíz o utilizando técnicas tradicionales, la cerveza mexicana ha sabido distinguirse.
El lenguaje también evolucionó. Aunque "cerveza" sigue siendo el término dominante, “beer” se ha integrado en nuestra jerga cervecera, especialmente en eventos y festivales. No es raro escuchar a alguien pedir una “craft beer” en un bar de Monterrey o leer sobre un nuevo “beer release” de una cervecería tapatía.
Por supuesto, la tecnología ha jugado su papel. Con plataformas como Untappd, los aficionados al mundo cervecero pueden registrar y calificar cada "beer" que prueban, ya sea en Guadalajara o en Berlín. Esta interconexión ha llevado a una fusión de estilos y técnicas, donde un cervecero mexicano puede sentirse inspirado por una cerveza probada en un viaje a Bélgica y decidir recrearla con un giro personal.
Sin embargo, más allá de los estilos y términos, lo que realmente destaca es cómo la influencia internacional ha enriquecido nuestra cultura cervecera. Las cervecerías mexicanas no solo se limitan a copiar estilos extranjeros; las reinterpretan. En ese sentido, el término "beer" simboliza una apertura a la diversidad y una celebración de la creatividad cervecera.
Concluyendo, la influencia internacional en el mundo cervecero mexicano es innegable. Hemos adoptado el término "beer", hemos ampliado nuestro paladar y hemos elevado la cerveza a nuevas alturas. Pero en el corazón de esta evolución sigue latente nuestra esencia mexicana. La próxima vez que levantes un vaso, ya sea de "cerveza" o "beer", brinda por esa maravillosa fusión de tradición e innovación.
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