Hola amigos de Cervexxa algunas semanas sin escribir pero aquí andamos, entre el trabajo y actividades fuera he estado muy ocupado que no me había dado la oportunidad de escribir mi blog. El día de hoy les presento un caso muy interesante de cómo maridar la cerveza, pues a veces no imaginamos lo que se nos puede presentar entre el platillo y una cerveza.
Para hacer esta reseña les debo dar como antecedentes lo siguiente, tengo como vecinos a una familia que tienen un salón de eventos privados y al tener buena relación de amistad con ellos, un jueves antes de probar ésta cerveza, vi que la dueña del lugar salía de su casa y nos saludamos, entre platica yo comenté de broma que ojalá sobrara de lo que iba a preparar para el recalentado, pues iba a hacer pierna adobada, y yo wow! Pero todo quedó en la broma, pasó el sábado y tocó la puerta pidiéndome un refractario para el recalentado, yo apenado pero seguro se lo proporcioné, no pasaron 10 minutos y me regreso el refractario con dicho platillo.
Como es un alimento que sé que a mi papá le gusta, me esperé al lunes a que conviviéramos, pues trabajo en su despacho y comemos juntos. Total que calenté la pierna acompañado de una ensalada y listo, al ser un alimento complejo en sabor es recomendable maridarlo con cervezas que de alguna forma sean complejas o bien que equilibren los sabores y se me ocurrió maridarla con una Porter de Moldova.
La presentación de la cerveza es de color muy oscuro sin llegar a ser un negro pero si bastante opaca, no deja pasar la luz al mirarla a contraluz, la espuma que genera es de color beige, con burbujas bastante compactas, de ligera capa pero que se mantiene constante. En aroma nos arroja esos detalles a los tostados de la malta y con una carga al cacao, que es algo esperado para el estilo. Al beberse lo primero que se siente es un ligero dulzor, seguido de esas notas tostadas de la malta, hay cierta acidez que no molesta, un amargor ligero y que la hace bebible, terminando en un regusto a los tostados y con un marcado alcohol; entre las capas de sabores se pueden apreciar ciertos detalles de chocolate oscuro, una ligera nota de café y de cuerpo ligero, sin sentirse aguada.
Al combinar tanto el platillo como la cerveza, encontramos que maridan muy armónicamente, pues en un inicio el adobo de la pierna es lo que contrasta al paladar, ese chile bien marcado y que le da cierto picor, y con el dulzor de la malta que nos da en un principio la Moldova, se relaja algo la lengua. Otro detalle impresionante es que a pesar de que la carne no es seca, con la cerveza hace que ésta se sienta más jugosa de lo que en realidad es, además le da una textura agradable. Curiosamente con la ensalada que llevaba un aderezo de quesos maduros resaltan de muy buena forma, y el cacao redondea el bocado, que además ese regusto de tostados es apagado.
Finalmente se me ocurrió un postre muy rápido, pan tostado con mermelada reducida en azúcar de fresa, la verdad he visto cervezas stout que son reposadas con frutos rojos y luego añejadas en barricas y se me ocurrió hacerlo algo al estilo y que sorpresa me encontré, de entrada esa pequeña acidez de la mermelada es muy marcada y resalta el alcohol de la cerveza, tanto el sabor que nos da el pan cuando se tuesta y con la experiencia que perdura de la cerveza fue una buena mancuerna, y después brinca un amargor bien agradable que incitaban a un trago más. ¡¡¡Salud!!!